Para no faltar a la verdad, confieso que esta camelia de Japón "Le lys" no florece en mi jardín. Pertenece a la "Estufa fría" del Parque Juan Carlos I, un pequeño invernadero en el que después de hora y media de caminata hice una parada con mi hijo para disfrutar de las distintas plantas que allí residen y contemplar el arte de la Naturaleza.
lunes, 18 de abril de 2011
Belleza japonesa
Para no faltar a la verdad, confieso que esta camelia de Japón "Le lys" no florece en mi jardín. Pertenece a la "Estufa fría" del Parque Juan Carlos I, un pequeño invernadero en el que después de hora y media de caminata hice una parada con mi hijo para disfrutar de las distintas plantas que allí residen y contemplar el arte de la Naturaleza.
viernes, 15 de abril de 2011
lunes, 11 de abril de 2011
¡Es la guerra!
Los micro-organismos amarillos en mis fresas |
─¡No puede ser! ¡Me están atacando! ¡Es una invasión!
En ese momento sonó el teléfono.
─Ay, Fifí, qué disgusto tengo.
─¿Qué te ocurre?
─Me han declarado la guerra.
─¿Quién?
─¡La naturaleza! Anoche esparcí por la petunias el veneno contra los caracoles que me regaló mi gran amiga Icíar y ahora unos pulgones amarillos han lanzado un ataque ofensivo y se están comiendo mis fresas...
─Relájate, que el estrés produce arrugas.
─¡Pero cómo quieres que me relaje! Me voy a poner mis pantalones, mi camiseta y mis botas de militar y voy a combatir a muerte contra esos micro-organismos... Ay, ¿qué puedo hacer?
El veneno para los caracoles |
En teoría, al pasar los enemigos, los aniquila |
miércoles, 6 de abril de 2011
Entre dichas y desdichas
DICHA
Jamás me había percatado del mundo "sobres con semillas". Es impresionante. Un universo paralelo. Semillas de toda clase y condición: tomates, perejil, caléndulas, rosas, melones, estragón, margaritas... Después de mis dudas existenciales habituales, compré un sobre de cogollos de Tudela. Al llegar a casa esparcí las semillas en un macetero convencida de que aquello jamás germinaría. Craso error. Esta mañana he contemplado, agarrada a una silla para no desmayarme, como unos pequeños tallos nacían de la tierra. ¿Serán mis adorados cogollos?, ¿serán plantas silvestres?, ¿podré algún día degustar unos cogollos con anchoas?... Ay, qué cansado es ser una inculta urbanita y qué emocionante es ser una horticultora-macetera.
DESDICHAS
El huerto poco a poco empieza a tomar cuerpo. Sin embargo el jardín pierde color. Los caracoles se están zampando mis petunias y tengo una pena, penita, pena que no me puedo aguantar. Observo los alrededores, agudizo el oído, pero aún no he pillado al zampapetunias.
─¡Olvídate de tus flores y vente al spa! ─me grita mi amiga Fifí desesperada y sin entender mi dolor.
─¡Qué poco sentimiento, Fifí, qué poco corazón!
viernes, 1 de abril de 2011
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