martes, 3 de abril de 2012

Locura de semilleros


Lechugas y calabacines en los semilleros

Mi negativa a ir esta Semana Santa a Sancti Petri ha desencadenado una crisis con Fifí. Nadie me entiende, pero hacía tiempo que no vivía unos momentos tan felices. Ver cómo mis plantas van creciendo y cómo agarran a los semilleros me llena de orgullo y satisfacción, que diría el rey. Estoy loca de emoción, no pienso en otra cosa y no voy a abandonar mis semilleros por ir a lucir palmito a la costa. Además las dudas hortícolas me corroen: ¿qué hago con las lechugas?, ¿elimino algún brote para que sobreviva alguna?, ¿mantengo todas para más tarde trasplantarlas?, ¿por qué tardan tanto en brotar los pimientos de padrón?, ¿picarán?. ¡Y temo que el perejil y las caléndulas me invadan! Por Dios, que me voy a arruinar en maceteros.
Al final Fifí va a tener razón y mi faceta de "horticultora de iniciación" va a ser más cara que comprarme un bolso de Prada... Si supiera que lo material no aporta la emoción de lo natural. Pero esta afirmación Fifí jamás la entenderá.

La invasíón de las caléndulas y el perejil

El pimiento de padrón me hace sufrir
  



2 comentarios:

  1. Hola, mi nombre es Angélica, y me he reido y disfrutado montones, tu franca escritura, coincido contigo en las dos actividades me encanta escribir y tambien tengo mi huerto, disfruto tanto ver crecer mis calabacines, mis tomates, rabanitos, en fin la verdad yo pense que era la más emocionada del mundo por esto, pero ya veo que me la ganas, te felicito por tan hermosos y deliciosos frutos, hasta pronto.

    ResponderEliminar
  2. No había leído esta entrada tuya, Emma. Imagino que al final Fifí tuvo que comprarte el bolso de Prada, no? ;)

    ResponderEliminar